El traje oficial de los Cristianos es el que más ha variado a lo largo de la historia de nuestra fiesta.

En el primer desfile, más de un centenar de Cristianos vistieron un mismo traje que denominaban¨ de legionario¨ (inspirado en el siglo XVII) con casaca y pantalón bombacho azul, fajín, gorguera de lino blanca, chambergo con pluma, capa y, como arma, una alabarda.

Bien pronto, en 1948, se decide innovar al ¨de botones¨, cambio tras el cual algunos festeros comienzan a abandonar la comparsa. Este traje ¨de botones¨, con casaca de mangas acuchilladas y pantalón azul celeste, fajín, chambergo, cuello de encaje, capa, botas y espadín o florete como arma, se mantiene hasta 1954.

En 1955, cuando se considera amortizado el traje, se cambia de nuevo el diseño confiándolo a la conocida modista de Petrer Doña Manolita. El diseño elegido resulta ser tan similar al del Tercio de Flandes de la localidad vecina, que la modista ha de confeccionarlo bajo el más absoluto secreto para evitar represalias de los Flamencos, realizando no obstante algunos cambios en los adornos y colores, para lograr una identidad propia.

De 1983 a 1998 el traje oficial cambia totalmente, aunque manteniendo las características fundamentales de los anteriores, hasta que en el año 1999 se opta por el traje de corte medieval, siguiendo un diseño del eldense “Francis”. El traje consta de túnica azul brocada con dorado, peto alternando blanco y rojo bordado con el escudo de la comparsa, el castillo y el león medievales, capa blanca con cruz, hombreras metálicas, cinturón, casco y brazaletes.

Cabe destacar que a partir de los 80 se da un punto de inflexión en la historia en la indumentaria cristiana marcado por la incorporación de los trajes de guerrero por parte de las distintas escuadras (además de disponer del traje oficial), lo que supondrá una época de auge llegando a más de 200 comparsistas, incrementando también la participación femenina de forma notable.

Hoy en día, junto con el traje oficial, podemos disfrutar de una gran variedad de espectaculares diseños, desde los más formales y fieles a la historia, a los más llamativos y exuberantes.