Fundación

Nos remontamos al año 1944 para encontrar los inicios de nuestra fiesta, inicios en los que la comparsa de Cristianos está presente desde un principio.

En torno a la celebración de los actos en honor a San Antón, el deseo de organizar unas fiestas de Moros y Cristianos fue creciendo entre los grupos de amigos y las diversas asociaciones, alentados por los pueblos de alrededor que ya celebraban estas fiestas.

Hasta que, como resultado, en el año 1944 tuvo lugar la realización del primer desfile durante los actos organizados por la Mayordomía de San Antón durante el mes de Enero en honor al Santo. Un desfile informal con cinco comparsas: Cristianos, Contrabandistas, Estudiantes, Marroquíes y Realistas. Un desfile que a partir de año siguiente, 1945, pasará a incluirse en el programa oficial de la Mayordomía.

Desde este momento se establece la Comparsa de Cristianos como una de las pioneras, según reza el reverso de su primera bandera, bendecida coincidiendo con las Fiestas mayores el 17 de septiembre, junto a las banderas de las otras cuatro comparsas precursoras de la fiesta.

Un par de años más tarde, se decide posponer la celebración de las fiestas del invierno a la primavera con el fin de evitar las heladas, lluvias y nieves de esas fechas para con ello otorgarles mayor esplendor, dejando la celebración de parte de los actos de devoción al Santo para el mes de Enero en torno al 17, día en Honor a San Antón Abad, estos son: la hoguera, las cucañas, las danzas tradicionales y la proclamación de Abanderadas y Capitanes.

Fundadores

La Comparsa de Cristianos fue fundada en un principio por personas como Julián Maestre, Juan Olcina, Rafael Tortosa, Juan José González y Romualdo Guallart, permaneciendo al pie del cañón durante muchos años ocho festeros: Rosalino Tordera, Vicente Busquier, Pablo Maestre, Juan Poveda Orgiles, Pedro Requena, Luis Javaloyas y Emilio Jiménez y Roberto Moreno.

 

Evolución

Durante los primeros años la comparsa carecía de directiva, solucionándose cualquier gracias a la buena voluntad y el altruismo de todos los componentes. Tampoco se contaba con una sede física como la actual, sino que, cada año, algún buen amigo de los miembros les prestaba un local para los días de fiesta.

Los primeros desfiles no eran tan formales como hoy en día, parando varias veces durante el recorrido para reponer fuerzas y tomar algo, tanto los festeros, como los músicos.

Los Cristianos disponían de varios privilegios como llevar y traer al Santo, acompañar al Embajador Cristiano y por ende, abrir el desfile siempre. Privilegios que a su vez suponían grandes responsabilidades, y que finalmente por decisión de la propia comparsa, se hicieron rotativas cada año.

El año 1967 marca el comienzo de una segunda etapa, en la que la comparsa crece y avanza. Sin embargo, un choque de opiniones divide a los miembros en 1972 creándose una nueva comparsa, Caballeros del Cid, fundada por José María Reig Jover y que desaparecería tan solo ocho años más tarde.

Hoy en día, con el paso de los años, tenemos una comparsa que crece año a año, una comparsa verdaderamente cohesionada y con gran pasión por la fiesta, si bien en un primer momento fue la más numerosa de todas, contando con casi 100 festeros de los 300 que participaron en aquel primer desfile de 1944, según nos recuerdan los fundadores. Hoy en día, en el año 2017 hemos superado la barrera de los 500 comparsistas.